En esta segunda entrega sobre ‘Medicamentos: cuidado y posibles consecuencias en una ola de calor, abordaremos los riesgos que supone para nuestro organismo un mal cuidado de los mismos.

Riesgos de los medicamentos.

Durante una ola de calor se deben extremar las precauciones a fin de evitar dos complicaciones de gravedad: el síndrome de agotamiento-deshidratación, que se manifiesta en pocos días como consecuencia de la alteración del metabolismo hidro-sódico, debido a la pérdida por el sudor; y el golpe de calor, que se genera debido a una caída de la capacidad termorreguladora del organismo, de rápida aparición y que requiere una rápida intervención (menos de 24 horas) para evitar una evolución fatal.

La edad extrema (lactantes, niños, mayores), así como las patologías crónicas y sus medicamentos asociados, pueden alterar la capacidad de adaptación del organismo a las elevadas temperaturas. Las personas de edad avanzada son más vulnerable debido a la dificultad para sentir la sed, así como de un menor control de la homeostasis del metabolismo hidro-sódico y de una disminución de su capacidad de termorregulación mediante la transpiración. La existencia de una dependencia (paciente encamado) es un factor de riesgo mayor que puede causar posibles consecuencias.

Además, las altas temperaturas pueden influir negativamente en las terapias farmacológicas de larga duración o en pacientes polimedicados (los que toman más de 6 medicamentos diarios).

Durante la canícula, algunos medicamentos pueden agravar el síndrome de agotamiento–deshidratación o de golpe de calor, como es el caso de los siguientes:

  • Los que provocan alteraciones en la hidratación y / o trastornos electrolíticos.
  • Que pueden afectar la función renal.
  • Cuyo perfil farmacocinético puede ser afectado por la deshidratación.
  • Medicamentos que pueden alterar la termorregulación central o periférica. Causando consecuencias como, inducir una hipertermia y los que indirectamente pueden exacerbar los efectos del calor también debe tenerse en cuenta en el análisis de los factores de riesgo en individuos susceptibles de una menor adaptación al calor (ancianos, lactantes y niños; personas con una afección crónica y personas dependientes).

Por ello es conveniente revisar las indicaciones de los medicamentos en periodos de largas temperaturas, a fin de conocer cuando pueden suponer un factor de riesgo añadido y detectar posibles consecuencias.

En el siguiente enlace puede encontrar más información sobre estos medicamentos:

(*) Información sobre el buen uso de los medicamentos en caso de ola de calor

 

Fuente: Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

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